Teatro y del bueno.

El 22 de febrero de 2006  en el partido de ida de los octavos de final de la liga de campeones que disputaban Chelsea y Barça el defensa español Asier del Horno propinó una terrible patada a Messi. Corría el minuto 37 de partido y el lateral fue expulsado justamente. El equipo que entonces dirigía José Mourinho se quedaba con diez y acabó perdiendo el partido por el resultado de uno a dos. En la rueda de prensa posterior a aquel partido Mou dijo estas palabras: "Messi hizo teatro del bueno y nos dejó con diez pronto. El resultado es 2-1. ¿Qué podemos hacer? ¿Vamos a suspender a Messi por hacer teatro? Sí, ha hecho teatro. Catalunya es un país de cultura y sabéis lo que es teatro." Con esto último quiso hacer referencia a los medios catalanes. Estas palabras del ahora técnico del Madrid tuvieron mucha repercusión y dos semanas más tarde en la vuelta de la eliminatoria, que se disputó en el Camp Nou, los seguidores del Barça gritaron: "Vete al teatro, Mourinho vete al teatro". Este es el precedente de lo que aconteció ayer en el partido de Champions League que disputó el Madrid en campo del Ajax de Amsterdam y donde ganó comodamente por cero goles a cuatro. El míster del equipo, Mourinho, habló con el segundo portero del equipo blanco, Jerzy Dudek, para transmitirle que debía hablar con Casillas y que este a su vez les dijera a Ramos y  a Xabi Alonso que forzaran su expulsión. Así fue. El pobre Dudek, que todavía no ha jugado con su nuevo entrenador y que probablemente no lo hará más a no ser que Iker se lesione, tuvo que ir a la portería que defendía Casillas para transmitirle la idea que había tenido Mou. Una vez acabada la conversación, que se había mantenido en medio de la disputa del partido, el guardameta titular blanco habló con Ramos para que se autoexpulsase. El sevillista a su vez habló con Xabi Alonso para que hiciera lo propio. En dos faltas a favor del Madrid ambos  jugadores tardaron una eternidad en sacar y el árbitro no tuvo más remedio que mostrarles la segunda tarjeta amarilla a cada uno y por tanto expulsarles.  Con todo esto, dos de los indiscutibles titulares de este nuevo Real Madrid no jugarán el último partido de la fase de la clasificación contra el Auxerre y pasarán a los octavos de final con una tarjeta solamente y no con dos como hubieran pasado. Táctica impecable del luso. 

La prensa inglesa mantiene que la  UEFA quiere investigar las dos expulsiones , pero  nada van a poder hacer para sancionarles.  Si no hubiera otros precedentes en esto de autoexpulsarse se podría hablar. Pero esta no es la primera vez que se hace algo por el estilo y tampoco será la última. Lo que realmente preocupa no es lo sucedido, que también, sino la negación de los hechos por parte de la mente que planeó la trama. En la rueda de prensa posterior al partido Mourinho fue preguntado por los periodistas sobre este hecho y no sólo nego los hechos sino que se quejó porque el árbitro se las mostrara a sus jugadores. "Las tarjetas éstas no las puedes sacar. No había problema alguno. Son tarjetas pos cosas naif que al final no son importantes por el partido que viene, ante el Auxerre, pero no me gusta. El Ajax hizo muchas faltas al principio que no supusieron tarjetas y a la primera entrada de Sergio Ramos ya estaba amonestado. Al final todas estas por parar el partido. No me gusta", reiteró. Es difícil de creer lo dicho por el técnico madridista. Esto sí es puro teatro. Hacer a Dudek interpretar este papelón de actor es digno de mención. Un portero que con Mourinho no será portero más. Será actor. De momento el papel lo interpretó a la perfección así que su director, Mou, puede estar más que contento con su actuación. 

El portugués es un gran entrenador, en mi opinión el mejor del mundo junto con Guardiola. Lo ha ganado todo y le deseo lo mejor. Eso sí. En su labor. La de ordenar a un equipo de fútbol y hacer que éste funcione. Para dirigir a actores ya existen los directores en el cine o en el teatro. Y lo de ayer es puro teatro. Teatro y del bueno.