Ignacio Fuentes

Ignacio Fuentes
IGNACIO FUENTES

domingo, 28 de agosto de 2011

El Real Madrid roza la perfección para humillar al Zaragoza.

No podía empezar mejor la temporada para el conjunto que dirige el polémico entrenador portugués, Jose Mourinho. Cero a seis en un campo difícil como lo es la Romareda, con un hat trick de Ronaldo y goles de Marcelo, Xabi Alonso y Kaka. Los blancos jugaron casi a la perfección, combinando en todo momento, con mucha velocidad de juego y numerosas oportunidades de gol. Si algo le falto al Madrid, fue precisamente eso, materializar alguna ocasión más, ya que tuvieron por lo menos veinte chutes entre los tres palos y fallos clamorosos, como un remate a puerta vacía de Di Maria. La apisonadora blanca ha empezado con buen pie, primero por el resultado, pero segundo y más importante por la manera en que lo ha conseguido, recordando en muchas fases del juego al estilo asociativo del Barça de Guardiola.
Si el Real Madrid hubiera tenido el acierto de la temporada anterior, donde llegaba a portería seis veces y metía tres goles, el Zaragoza hubiera sufrido hoy la mayor paliza de su vida como local, de eso no cabe duda. Esta vez, no fue así y la fortuna se alió con los maños, que a pesar de recibir media docena de goles se salvaron de una mucho mayor. Parece que esta temporada, la segunda de Mourinho, la que todos dicen que es la buena del luso, el juego del equipo es diferente, con más posesión de balón, pases a un toque o dos como mucho, velocidad en las transiciones, más oportunidades de cara a portería y quizá menos pegada, debido en parte al gran número de veces que el conjunto llega a la meta rival. Pinta pero que muy bien este nuevo Madrid. Mañana veremos qué tal le van las cosas a los de Guardiola, que comienzan en casa ante un difícil rival, el Villareal. 

jueves, 25 de agosto de 2011

Murray pone a Djokovic en su sitio, la tierra.

El escocés Andy Murray conquistó su primer Masters 1000 de la temporada y séptimo de su carrera deportiva en Cincinatti, precisamente en el mismo lugar donde ganó su primer torneo de estas características ya hace más de tres años. Su verdugo no fue otro que el actual número uno del mundo, el chacal Djokovic, el imparable, el invencible, el hombre récord. El mismo del que se pensaba que era de otro planeta. El partido no tuvo mucha historia: el serbio arrancó el duelo con muchos errores no forzados, sobretodo con su derecha, y con poca movilidad. Murray aprovechó la circunstancia para ponerse por delante en el marcador ya en el inicio, y con cinco a cuatro y servicio se impuso en la primera manga. Nole necesito de los servicios médicos a causa de fuertes dolores en su hombro derecho y tuvo que retirarse en el segundo set con tres a cero en contra.
Murray es el segundo tenista que consigue doblegar al serbio este año 2011, pero por su mente pasa con total seguridad el hecho de que un Djokovic al 100% le hubiera vuelto a derrotar. Ahora con el inminente comienzo del Abierto de los Estados Unidos, volveremos a ver la mejor versión de Djokovic y de buen seguro que ganará el torneo. Hacer una valoración de este tipo es atrevida en el deporte, pero no cuando se hace de un deportista como Nole. Está un nivel por encima del resto de los mortales y ahora los entendidos somos los que nos preguntamos cuánto va a  durar su número uno. En mi caso considero que lo mismo que estuvo en su día el suizo y actual tres del mundo Roger Federer. Otros no opinan lo mismo viendo el gran número de puntos que tiene defender el año que viene. Como siempre, el tiempo decidirá, y pondrá a cada uno en su sitio.

domingo, 21 de agosto de 2011

Mourinho, cambiar o morir.

Que Jose Mourinho es un gran entrenador, quizá uno de los mejores del mundo lo sabemos todos. Fichó por el Madrid después de ganar el triplete con el Inter en una temporada exquisita y nadie discutía entonces su buen hacer como técnico. En su primera temporada al frente del club blanco consiguió ganar un título, aunque menor, y dio esperanzas al madridismo de que con él frenar la hegemonía del Barça era posible. Un año más tarde sigue siendo un gran entrenador, pero lamentablemente el camino por el que está llevando a sus jugadores no es el correcto, es un sendero de piedras, mientras que el eterno rival conduce tranquilo por carretera. El último episodio de la película protagonizada por él mismo, ha recibido duras críticas, y ya ni los más fieles seguidores de la casa blanca están de su parte. Ha manchado la imagen del mejor club de la historia del fútbol, y no es la primera vez que lo hace, pero si el portugués no cambia de una vez por todas su actitud, me temo que será la última, mucho cueste su despido. Jose, o cambias o...
En un acto de narcisismo, muy propio de su figura, no se le ocurrió otra cosa que convertirse de nuevo en el centro de atención, en el protagonista de la noche, en la portada de los diarios deportivos del mundo entero. Y ¿por qué?; para desviar la atención. Ya nadie habló de ese gran duelo que mantuvieron durante 90 minutos dos grandes equipos de fútbol, sólo se habló del dedo índice de Mou, ese mismo que debería levantar el manda más del Real Madrid para apuntar al portugués y despedirle de una vez por todas. Son muchas las que ha hecho, y sigue campando a sus anchas porque le han otorgado demasiado poder dentro de la cúpula, tanto, que puede hacer y deshacer cuanto se antoje oportuno. Si un día su equipo pierde, manda a su segundo a declarar ante los medios; si otro día vuelve a perder, mantiene una actitud de niño mal criado que no sabe digerir la derrota y monta una tangana monumental. Basta. Quien algo quiere algo le cuesta dicen, y si este señor quiere seguir al frente del Real Madrid, que lo demuestre con hechos, con un cambio de actitud rotundo, o que se marche para siempre. Entrenadores hay, y sino son tan buenos como él, al menos sabrán comportarse en un terreno de juego y fuera de él, y no dejarán la imagen del club manchada. 
¿Qué hay que hacer para frenar en seco esta alud de malas maneras?; ¿Deben los aficionados del Madrid hacer de indignados a las puertas del Bernabeu para que se de cuenta de la gravedad del asunto?; ¿Cuándo pedirá perdón, si es que lo hace?; y por último; ¿Se pondrá Florentino en el papel de jefe, de máximo mandatario del club para dar salida al embrollo?. El tiempo dirá, supongo. Ahora bien, si yo fuese Florentino, ya hubiera hablado con Mou y la charla se resumiría en una palabra: ultimátum. Mourinho, o cambias, o mueres. 

jueves, 18 de agosto de 2011

El Barça levanta el primer título de la temporada ante un gran Madrid.

La Supercopa de España ya tiene dueño y no es otro que el Barça de Guardiola. En otro gran duelo, los azulgranas lograron doblegar a un mejor Madrid y gracias a un Messi estelar se llevaron la copa. En los instantes finales de partido una dura entrada de Marcelo a Cesc desencadenó una nueva tangana entre jugadores que se saldó con tres rojas, una para Marcelo y Ozil  y otra para Villa. Mourinho protagonizó la imagen de la noche después de meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo entrenador del Barça.
Si el partido de ida de la eliminatoria fue apasionante y se vivió un cambio de papeles entre los dos grandes del fútbol mundial, en el de ayer nada cambió:  las ocasiones las puso el Madrid, y el acierto el Barça. La pegada de los de Guardiola y sobretodo de su figura, Leo Messi, que sentenció a su rival con uno de sus dos goles en los últimos minutos de partido, fueron suficientes para que el vibrante duelo se decantara para el lado de los catalanes.  “La pulga” volvió a ser decisiva como lo fue el domingo en el Bernabeu. Es evidente que Mourinho ha aprendido a plantear los partidos ante el eterno rival y a no dejar que los azulgranas toquen y toquen el esférico con velocidad y precisión. La presión asfixiante que ejerció ayer y el domingo dio sus frutos, pero no bastaron ante el mejor jugador del mundo, que cuando se enfunda la elástica azul y granate se transforma de super héroe para sentenciar los partidos.
El Madrid salió como un ciclón en los primeros minutos de juego y Valdés tuvo que lucirse para evitar un gol rival. Pero en la primera oportunidad  para los de Guardiola apareció Messi, dio una gran asistencia, dejó solo a Iniesta, quien con brutal sangre fría batió a Casillas. El primer mazazo. El Madrid no se arrugó, siguió en la buena línea y Ronaldo logró el empate. El luso decía así adiós a su sequía en el Camp Nou. De nuevo pudo marcar Cristiano de fuerte chut, pero de nuevo Valdés, ayudado por el larguero, logró sacar el balón. Corrían los últimos minutos de la primera mitad cuando se vivió un “dejavú” del partido de ida. Messi amargó las esperanzas del Madrid con otro tanto. La segunda parte empezó como la primera, con los visitantes crecidos y con la obligación de meter el gol que les diera el empate. Y así ocurrió. Benzema de rebote igualó la eliminatoria y todo apuntaba a una prórroga. Hasta que volvió a aparecer SuperMessi para decantar el partido. Jugadón de los de Pep por banda y remate en plancha del argentino. Punto y final, o mejor dicho y seguido. Para acabar el derbi hubo una gran trifulca que tuvo su inicio en una dura entrada de Marcelo a Cesc. Roja para el brasileño y tangana monumental entre los jugadores de uno y otro equipo, que se saldó con  una roja para Villa y otra para Ozil. Entre empujón y manotazo apareció Mourinho, que no podía faltar a la fiesta y puso el toque amargo de la jornada. No se le ocurrió otra cosa al portugués que meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo de Guardiola. Fue una imagen lamentable que mancha al madridismo entero.
Promete y mucho esta temporada con dos equipos muy fuertes, los mejores, y mucho más que rivalidad. Saltarán chispas.