Ignacio Fuentes

Ignacio Fuentes
IGNACIO FUENTES

miércoles, 20 de abril de 2011

El Madrid mata a su bestia negra.

Esta vez sí. El Real Madrid de Jose Mourinho pudo con su peor enemigo, con su peor rival. Lo hizo además en una final, la de la Copa de su Majestad el Rey. Ahora los blancos ya pueden decir que han podido ganar a su bestia negra, al mejor equipo del mundo, al que mejor fútbol practica, y pasando por encima de él en todos los aspectos. Esta vez sí, ganó el que mejor jugó, el que más luchó, el que lo mereció.
Instantes después de que sonara el himno nacional en el estadio de Mestalla, los espectadores pudieron vislumbrar el once inicial de uno y otro entrenador, y como estos ponían a sus piezas en el tablero. Guardiola, como de costumbre, alineaba un 4-3-3 con Messi, Villa y Pedro como hombres más adelantados. Mourinho por su parte hizo un planteamiento atípico en él, colocando un 4-3-3 con Ozil, Di María y Cristiano como jugadores más avanzados. Todo hacía suponer que esta vez el luso quería jugar de tú a tú contra el Barça, y así fue. Bastó ver a los merengues en los primeros compases de encuentro para certificar que en esta ocasión,    salían a morder como perros de presa. En lineas generales los primeros cuarenta y cinco minutos de choque tuvieron al Madrid como protagonista. Crearon más peligro, presionaron arriba a su enemigo haciéndole rifar el balón en más de una ocasión e incluso pudieron celebrar el primero en el descuento, cuando Pepe cabeceó el esférico al poste ante la atenta mirada de Pinto. Las estadísticas eran claras. 3 remates del Madrid entre los tres palos, más el poste de Pepe, contra ninguna del Barça. 
Pero la segunda mitad cambió radicalmente. Los hombres de Guardiola dieron un giro al guión y empezaron a hacer lo que mejor saben: dominar el balón con posesiones largas y hacer al rival correr tras él. Parecía que los primeros cuarenta y cinco minutos de partido habían dejado al Madrid agotado físicamente y que ahora le tocaba el turno al Barça. Un pase entre lineas de Messi lo aprovechó muy bien Pedro para abrir el marcador. Lástima que el canario remató en fuera de juego, justo, pero claro a la vez. El dejavú de otras tantas ocasiones en que el Barça había noqueado al Madrid rondaba en la cabeza de la afición blanca, que apenas tenía aliento para gritar. Mientras tanto los azulgranas seguían a lo suyo, durmiendo el balón en horizontal, y creando cada vez más peligro sobre la portería que defendía Casillas. Los minutos corrían y quedaba claro que quien metiera un gol ganaba el título. Ronaldo para el Madrid y Pedro para el Barça, pudieron poner la guinda al pastel en un par  de ocasiones pero los noventa minutos reglamentarios acabaron con el resultado de empate a cero.
Llegaba la prórroga a Mestalla con ambos conjuntos asfixiados por el esfuerzo. Cualquiera de los dos podía marcar un gol que significaría el título copero, y entonces llegó la mejor jugada del partido. Una pared precisa entre Marcelo y Di María en la banda derecha del ataque madridista permitió a este último centrar el balón  a   Cristiano Ronaldo, quien marcó los tres tiempos del remate y con la cabeza fusiló a Pinto que nada pudo hacer para detener el balón. En los partidos importantes el luso nunca juega bien, no es decisivo dicen. Ayer lo fue. No sólo fue el jugador más incisivo sobre el terreno de juego sino que además marcó el único tanto del encuentro, que pasará a la historia de la competición. Con el Barça tocado por el inesperado gol en contra el Madrid pudo noquear a su rival en los instantes finales, pero el marcador no se movió más. Tres silbatos y el Madrid campeón. Adiós a la sequía de títulos que tanto había perdurado.
Y de una competición a otra, sin pausa. No hay tiempo para saborear la tan sufrida victoria. El conjunto más laureado de la historia del balonpié deberá regresar a la tierra, al césped de los terrenos de juego, precisamente al mismo que le vio ayer noche vencer y alzarse con el trofeo de copa. Dentro de tres días, sin apenas descanso, el conjunto che homenajeará al actual vencedor de la Copa de Rey con el pasillo que merecen y acto seguido disputarán el encuentro liguero para repartirse tres puntos que poco valor tienen. La liga está decidida a favor del Barça. La Copa también tiene dueño. Ahora falta saber quién de los dos conseguirá el pase a la final de la Champions. 

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