¿El nuevo Pelé?

Desgraciadamente mi corta edad dinamita la posibilidad de haber visto en directo a, el que para muchos, fue y es, el mejor jugador de todos los tiempos, Pelé. Le llaman el Rey, por algo será. Quizá tenga que ver con esos más de 1200 goles que logró a lo largo de su exitosa carrera deportiva; o con esos regates imposibles en los que sentaba a los guardametas. Quizá.

Ahora llega el verano y con él la temporada de fichajes y culebrones de cada año. Que si Cesc vendrá por fin a la que fue su casa. Que si Alexis Sánchez se bajara el sueldo para venir a Barcelona. Y entre unos y otros el Madrid ya se ha apresurado a atar a un brasileño, de quien dicen es el nuevo Pelé. El tal Neymar, un jovencísimo jugador que no llega ni a los veinte, ya es el nuevo ídolo de muchos madridistas, la mayoría de los cuales ni siquiera le han visto dar una patada al balón. Bien empieza la prensa de la capital creando a un nuevo ídolo para tapar a los demás fichajes de otros equipos y rivales y sobretodo para alimentar a esos hinchas aguerridos que después de una temporada de "semi fracaso" necesitan creer en algo, o más bien en alguien, de cara al inicio de la próxima campaña. El nuevo galáctico, "O rey Neymar", el clon de Pelé, se ha escrito de todo acerca de él y eso hace daño al Madrid. En primer lugar, alabarle hasta tal punto, encarecerá todavía más su fichaje. Cuando se concrete, y la cifra sea como la de otras tantas ocasiones en la era Florentino, véanse los casos Figo, Zidane, Beckam, Kaká o Cristiano, pasará a la denominación de mega estrella, galáctico, fenómeno y un largo etcétera. La presión que recaerá sobre él sera inmensa y difícilmente la sabrá soportar. En segundo lugar, el conjunto blanco no necesita a un delantero de estas características. Y no me refiero precisamente a las habilidades que pueda tener con el balón en los pies, que no dudo que sean muchas. Hablo de esa actitud chulesca que le hace sombra. Otro más para la colección. Lo que necesita el Mou Team es un equipo, no individualidades. Para eso ya cuenta en sus filas con Ronaldo y con uno es más que suficiente. Gente trabajadora, humilde, y no una lucha de egos en el campo. En tercer lugar, el "nuevo Pelé" no tiene la categoría de otros muchos que ya están en la casa, como Higuaín o Benzema. Y ni por asomo la clase del Kun Agüero. Son muchos los contras, pocos los pros. Si la prensa de la meseta quiere seguir ensalzando la figura del futbolista adelante, pero que conste que ya hubo una historia similar hace unas cuantas temporadas. Seguro que lo recuerdan. Era brasileño, también venía del Santos, le comparaban con Pelé y a pesar de ser muy habilidoso con el balón y un excelente jugador, se marchó por la puerta de atrás del Santiago Bernabeu. Se llamaba Robinho. ¿Se acuerdan?