Las claves del Madrid Barça.

Han pasado ya cinco días desde el partido que enfrentó a los dos grandes del fútbol mundial y que paralizó a medio planeta. El resultado, la posterior rueda de prensa de ambos entrenadores, las mejores imágenes, las tertulias de los diferentes programas nocturnos, todo se ha analizado y poco más queda por decir. Aquí en Sólo Deportes damos las claves de lo que fue el partido desde otra perspectiva, la de los cracks de uno y otro equipo.

1. Cristiano no es Messi: El luso estuvo muy desafortunado, y en cambio el argentino, sin hacer un partido para enmarcar estuvo presente en el primer gol de su equipo en el que dio la asistencia y repartió juego además de traerse consigo a los defensas del rival para abrir espacios a sus compañeros. Poco o casi nada bueno que decir acerca de Cristiano Ronaldo. En los partidos importantes su participación es nula y cuando tiene la opción de hacer gol ve la portería tan pequeña que acostumbra a fallar. De sus botas salió un disparo defectuoso en lo que podría haber sido el dos a cero. De su cabeza el mal remate que no supuso el empate a dos. Si en algo se diferencian estos dos jugadores además del don que tiene uno sobre el que no tiene el otro, es sin duda que en los partidos importantes el pequeño da la talla de sobra, mientras que el grande se hace pequeño y no se le ve. 
2. Ni Ozil ni Kaka pueden hacer sombra a Don Andrés: Enésima lección magistral la que dio el de Fuentealbilla sobre un terreno de juego. Lo hizo todo bien, y aún muchos nos preguntamos porqué no está entre los tres mejores del mundo y que optan al balón de oro. Regate, control, pases medidos, descaro. Lo suyo es arte y en conjuntos como el Barça o el Madrid hacen falta mediapuntas que destasquen sobre el resto. Él lo hizo. Ozil no. El alemán fue el elegido en el Madrid para hacer de enganche entre el mediocampo y los delanteros y no estuvo a la altura. Estuvo desaparecido en todas las fases del juego y no es la primera vez esta temorada. Nadie duda  de sus cualidades pero tampoco de su intermitencia. Su entrenador vio sus carencias y dio oportunidad a Kaká, que hizo un gran partido y aportó velocidad y pegada los suyos, pero que no contó con el tiempo necesario para desequilibrar la balanza.
3. Xabi no es comparable a Xavi: Desde la capital siempre han intentado vender la similitud entre los dos. Pero no son comparables. Y el Bernabeu fue testigo de ello. Las dos piezas que dan balance a sus dos equipos fueron antagónicas. El del barça a lo suyo, sin perder balones, dando ritmo cuando el choque más lo necesitaba; el del Madrid sin enlazar dos pases seguidos y amonestado en los primeros compases de la primera mitad. 
4. Los nuevos fichajes del Barça funcionaron, los del Madrid no: Cada temporada hay que reforzar las plantillas. Ambos conjuntos lo hicieron en verano pero queda visto para sentencia quien acertó y quien no. Alexis y Cesc mojaron en el derbi. El chileno abrió la lata para su equipo con un zarpazo desde fuera del área. El catalán, que estuvo desaparecido durante gran parte del encuentro apareció para desmontar a su rival, para finiquitarlo. Ambos se han ganado a pulso la titularidad y han demostrado al mundo entero la rapidez de adaptación que han llevado a cabo. No se puede decir lo mismo del Real Madrid. De los nuevos fichajes sólo Coentrao jugó de titular, y suyo fue el error que propició el tercer y definitivo gol del Barça. Callejón entró a 15 minutos del final, cuando su equipo ya estaba mordiendo la lona, y Altintop y compañía ni siquiera jugaron.
5. Mourinho apostó fuerte, Guardiola se llevó la mano: Como si de una partida de póker se tratara, ambos técnicos hicieron cambios en su forma de juego. Ahora más agresivo, ahora más control. Pero la realidad es que Pep, con sus cambios a defensa de tres y con su filosofía de tocar desde atrás, y eso significa desde su último peón, Víctor Valdés, desmontó la escalera que Mourinho construyó con un full de ases y reyes. Puede que la suerte influyera en el resultado, como en muchas ocasiones lo hace en el póker, pero la realidad es que Guardiola se llevó el mano a mano.