Adiós a la liga.

Se acabó. El Real Madrid ha dejado escapar buena parte de las opciones que le quedaban para conquistar el campeonato de liga. Suena dramático. Suena drástico. Es radical. Pero así es. Para aquellos madridistas optimistas que todavía pensaban que les quedaba opción alguna de conquistar por fin la liga ganando al eterno rival en la vuelta del Santiago Bernabeu que se despidan. Ahora son 4 puntos los que separan a los blancos de los azulgranas. ¿Qué son cuatro puntos en una competición a 38 partidos donde se han disputado la mitad?; ¿Qué significan cuatro puntos cuando todavía quedan 57 por disputarse? La respuesta es bien sencilla: nada. Nada en una competición como la liga inglesa, donde hay tres equipos que luchan por la competición y donde entre ellos hay una diferencia de dos puntos. Nada en la liga francesa, en la que hay cinco equipos metidos en la pugna con tres puntos de diferencia entre el primero y el quinto. Pero no nos equivoquemos. 4 puntos en la liga española, donde sólo hay dos equipos capaces de llevarse el título, son un camino largo, como el que separa Roncesvalles de Santiago de Compostela cuando miles de peregrinos empiezan su andadura a pie cada año.

El Barça ha firmado la mejor vuelta de la historia de la liga. Es líder, campeón de invierno y de 57 puntos ha logrado 52. Sólo cedió un empate contra el Mallorca en casa y una derrota, también en casa, contra el Hércules. Eso sí. Entonces se acababa de iniciar la liga y los jugadores barcelonistas estaban cansados después de una larga temporada jugando todos los títulos hasta el final e incluyendo un mundial. A la que han cogido forma no ha habido equipo en la faz de la tierra, y menos en España, que le haya puesto en apuros reales. Si a esto le sumamos que como visitante no sólo no ha perdido ningún partido, sino que tampoco ha empatado ninguno, no es de locos afirmar que esta liga tiene nombre propio. En Madrid que hablen lo que quieran. Ya todos conocemos la prensa de la capital. Ahora hundidos en un amargo pesimismo hasta mitades de semana, cuando consigan el pase a semifinales de la Copa del Rey y vean el título a tocar. No nos engañemos. La copa del rey es un título menor, que para nada puede servir de excusa cuando se ha perdido la liga. Y para colmo la hipotética final se jugaría contra el monstruoso Barça, ese que hundió al Madrid con una manita en el Camp Nou, y que no conoce la derrota contra los blancos desde que Pep es el entrenador. Y si en la Champions se pasa de octavos, hito histórico después de que en cinco años el equipo no lo haya logrado, la prensa se volcará con el equipo. Igual que si el Barça empata un partido de liga, cosa por otra parte complicada, y se ponen a dos puntos de nuevo, dirán que dependen de ellos mismo para celebrar en la Cibeles la liga. De eso nada. Esa historia ya la conocemos todos. El Madrid ni ganará la liga, ni lo merece. Y menos jugando como ayer. Lo que se vivió en Almería es el claro ejemplo de porqué este equipo no merece ni estar donde está, a cuatro puntos del líder. Bien podría estar a diez. Los jugadores no hilvanaron ni tres pases seguidos, mandándose pelotazos como si estuvieran jugando en preferente. Y uno solo no puede contra todos. Cristiano lo intentó, pero de donde no hay no se puede sacar nada. Los Kaka, Di María, Khedira o Xabi Alonso no tienen la talla para vestir la camiseta blanca. Al menos eso demostraron ayer. 

Ahora quedan otras dos competiciones, las del K.O. Si tienes suerte pasas, sino mueres. Pero para tener suerte hay que buscarla. Y jugando como colegiales se antoja imposible buscar azar. A día de hoy, adiós a la liga. Dentro de un tiempo, adiós a la temporada.