Ignacio Fuentes

Ignacio Fuentes
IGNACIO FUENTES

martes, 2 de noviembre de 2010

Épico Márquez

Sublime, excelso, glorioso, extraordinario, prodigioso, admirable, perfecto. Seguramente no hay suficientes adjetivos para describir la carrera que hizo Marc Márquez en Estoril. Si hubiera algo por encima de la perfección allí encontraríamos al piloto de Cervera después de ganar el domingo en Portugal y acariciar el título de 125. Le basta con ser octavo en el último Gran Premio de la Comunidad Valenciana que se disputará el próximo día 7 de Noviembre. Y eso que las dificultades en que se vio envuelto el piloto de Derbi fueron todas las posibles: salió en decimoprimera plaza, suspendieron  la carrera por lluvia cuando luchaba por la primera posición, se cayó en la vuelta de formación instantes antes de empezar la segunda carrera declarada en mojado y empezó atrás de todo en las definitivas nueve vueltas. Casi nada.
El Gran Premio de la cilindrada pequeña empezó a las tres y media de la tarde, después de que lo hicieran Moto 2 y Moto Gp, donde el título ya está decidido. El sábado no se realizaron los entrenamientos oficiales por culpa de la intensa lluvia por  lo que el piloto catalán sólo pudo salir en undécima posición. Sus principales rivales en la lucha por el título, Nico Terol y Pol Espargaró lo hicieron desde la cuarta y la decimosegunda plaza respectivamente.  La salida de Marc fue espectacular, colocándose en el grupo delantero después de pasar por la primera curva. En un abrir y cerrar de ojos él y Nico Terol estaban ya luchando por la primera plaza cuando disputadas siete vueltas la dirección de carrera decidió suspender momentáneamente el G.P. por la irrupción de la lluvia. La segunda carrera fue declarada en mojado, a nueve vueltas y los pilotos saldrían según la clasificación de su última vuelta competa. Así pues Márquez saldría segundo.  El paso por boxes era necesario para que los mecánicos cambiaran los neumáticos “slicks” por los neumáticos de lluvia. Una vez hecho el trueque todos salieron a dar su vuelta de reconocimiento, donde Márquez se cayó. Tal fue su valentía que rodando por el asfalto no quiso dejar el manillar de su Derbi para que los daños en su moto no fueran irreparables. El catalán volvió a boxes donde sus mecánicos hicieron una gran faena a contrarreloj y finalmente el piloto pudo tomar la salida, aunque como último en la parrilla. En esos momentos quedaba claro que Márquez poco podía hacer para luchar por la victoria. “Lo importante es que sume algún punto porque saliendo el último es imposible que pueda hacer más” decía su asesor Emilio Alzamora instantes antes de reanudarse el Gran Premio.  Se equivocó. Su pupilo salió como un tiro y adelantó a todo aquel que se puso en su camino para ponerse tercero después de la primera vuelta. Quedaban ocho y una tercera plaza era más que notable para todos los problemas que le habían acontecido. Pero él quería más. Luchó con Bradley Smith, escudero de Nico Terol en el equipo Bancaja Aspar, que se lo puso francamente difícil haciendo de tapón entre él  y su compañero de equipo. El de Cervera se mostró superior y consiguió rebasar al inglés y acercarse a Terol, con quien tuvo una bonita lucha en la última vuelta donde pasó meta como primero. Épico.

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